La Duda Silenciosa
Jesús, este cuadro tiene algo magnético. La simetría rota, la mirada perdida pero intensa, y esos toques de rojo entre tanto azul frío… todo transmite una tensión callada, como si la figura estuviera conteniéndose. Es elegante, pero al mismo tiempo incómoda. Me gusta que no se pueda mirar rápido, que te obligue a parar y preguntarte qué estás sintiendo. Hay mucha cabeza y mucha emoción detrás de esto. Se nota que es tuyo.