POESIA
Itinerante Iberoamericana
Tú avanzas en la aventura de la textura y del color,
y mi silencio te acompaña como la sombra del pintor.
Nuevas ilusiones surgen para ti en América,
nuevos sueños reviven el alma del poeta.
Mi felicidad junto a ti trasciende lejanas fronteras,
mis versos, poco a poco, olvidan sus desconsoladas penas.
Tu fuerza y tu luz encuentran ahora su origen,
en los pueblos de América que a tus ojos sonríen.
Caminas por una nueva senda de satisfacción y alegría,
y contagias de esta virtud a quienes te quisieron un día.
Sigue luchando por la conquista de tus deseos,
y no pienses que son malos los días serenos.
Nuestras vidas reflejan hoy una nueva e intensa plenitud,
el nacimiento de nuestro hijo bajo la Bondad de la Cruz.
¡Qué versos, qué palabras puedo yo escribir, dedicar…!
¡Resulta tan difícil expresar este sentimiento de honda felicidad…!
Sólo puedo desear que nuestras almas permanezcan unidas,
nuestros corazones encendidos y nuestras miradas vivas.
Y brillen todos ellos en la desconcertante oscuridad
como las estrellas lo hacen en la eterna inmensidad.
PARA TI, JESÚS.
Medio: Libro de la Colección
Marta Fernández-Pirla
De un rincón de paz a un mundo de paz
Si tenemos nuestro rincón de paz,
¿Por que no un mundo de paz?.
El silencio de los pensamientos,
El color de los días,
El sueño de las noches,
La vida de los sentimientos,
Son la Paz, nuestra Paz.
La felicidad del niño
La serenidad del mayor,
La ilusión del joven,
La responsabilidad del padre,
Son la Paz, nuestra Paz.
La mirada del progreso en el Horizonte,
Las palabras de agradecimiento en nuestros labios,
La mano solidaria de nuestros hermanos,
La firmeza del alma en nuestra mente,
Son la Paz, nuestra Paz.
Si tenemos nuestro rincón de paz,
Si es nuestro el azul de los cielos, el azul del mar,
Si el azul de tus ojos es mi continua serenidad,
La sonrisa de mi hijo mi eterna felicidad,
Si tengo ese maravilloso rincón de paz,
¿Por qué no hacer de el un mundo de paz?.
Medio: Libro de la Colección
Marta Fernández-Pirla
Textura y Naturaleza
En la soledad de mi habitación,
en el silencio de mi pensamiento,
me refugio de los alborotos inconformistas
y huyo de los desconsuelos mundanales.
Refuerzo mi esperanza con la alegría del color
y encuentro la luz que se adueña de mi interior.
Entonces la inquieta sombra se hace pasión,
cómo la serenidad del llanto después del temor.
Emergen figuras de mi avivada imaginación,
con texturas inciertas que acompañan la creación.
Siento el inmenso fuego que invade mi presencia,
y rezo por la eternidad de este bello momento…
Medio: Libro de la Colección
Marta Fernández-Pirla Martínez
Por la Paz
Con las uñas hago surcos en la tierra,
Con mis lágrimas riego las semillas.
El hambre en el mundo me atormenta,
Las bocas de occidente vomitan la gula de la soberbia,
Los niños de grandes vientres como pájaros sin alas,
Picotean el futuro con el hambre de las entrañas.
Basta de limosnas, basta de palabras,
Basta de silencios que ensordecen nuestras almas,
Y vayamos todos juntos a sembrar,
Los campos que sus muertos no llegaron a labrar.
No creo, en los que matan por un ideal, no creo
No creo en los que matan en nombre de un Dios, no les creo
No creo en el rojo de la sangre que los ciega, no la quiero.
Con un a rama de olivo, cierro con rabia las manos
Y grito en defensa de la paz y los derechos humanos.
Medio: Libro de la Colección
Jesús Soler
Por la Paz
Con las uñas hago surcos en la tierra,
Con mis lágrimas riego las semillas.
El hambre en el mundo me atormenta,
Las bocas de occidente vomitan la gula de la soberbia,
Los niños de grandes vientres como pájaros sin alas,
Picotean el futuro con el hambre de las entrañas.
Basta de limosnas, basta de palabras,
Basta de silencios que ensordecen nuestras almas,
Y vayamos todos juntos a sembrar,
Los campos que sus muertos no llegaron a labrar.
No creo, en los que matan por un ideal, no creo
No creo en los que matan en nombre de un Dios, no les creo
No creo en el rojo de la sangre que los ciega, no la quiero.
Con un a rama de olivo, cierro con rábia las manos
Y grito en defensa de la paz y los derechos humanos.
Medio: Libro de la Colección
Jesús Soler
Naturaleza Viva
Una eterna ilusión nos hizo coincidir,
nuestra inagotable esperanza de sobrevivir.
Un mundo desconocido penetró en nuestras almas,
y la lucha se hizo promesa de mañanas.
Fuertes pasiones acompañan nuestros celos,
deseo inquietante de amores verdaderos.
Mis versos sonríen por el único triunfo ante su propia utopía,
y tus obras alcanzan la serenidad de una esperada alegría.
Qué cruel puede ser la fuerza del color,
si un día es justicia y al día siguiente dolor.
¡Ay, amores y colores!
¡Cuántas similitudes para tan pocas razones!
Medio: Libro de la Colección
Marta Fernández-Pirla Martínez