“El plan de ella”

Jesús, este cuadro me ha dejado en una especie de trance revelador. Me he quedado un buen rato mirándolo y entendiendo el motivo de la serie completa, y creo que por fin entendí algo fundamental de tu serie de mujeres: que todo está en la mirada…
En esta obra, con apenas unos trazos en el rostro, nos dices todo. Esa mujer no es solo elegante o misteriosa; tiene una determinación que se siente. No es maldad lo que transmite, pero sí una firmeza, como si supiera exactamente lo que va a hacer y cómo.

Y entonces todo lo que la rodea cobra sentido. Los abanicos no solo adornan, sino que parecen parte de una estrategia para ocultar, distraer, proteger. Pero lo que me parece más brillante es ese “laberinto” de cuadrados que sostiene debajo, como si fuera el plano de su plan. Es perfecto: una estructura racional y medida que explica lo que va a hacer, cómo lo va a hacer, y quizás hasta por qué.

Este cuadro es clave para entender tu lenguaje. Aquí entendí que no hace falta más que ver la cara para saber qué historia estás contando. El resto acompaña, refuerza, se pliega a esa mirada.

Le aporto algo más, Maestro, porque Ud ha hecho eco a algo que sentí cuando vi la primera obra de estas que me compartió: que cada una de ellas expresa la complejidad de la vida de la mujer de hoy que al ser madres, parejas, hijas, profesionales o no, tenemos que tener presente en el mundo de hoy…y de ahí cada mirada. En el plano personal a no dejar que los estándares o estereotipos nos definan y de no dejar de ver la vida con ojos de ilusión ante las pequeñas cosas, en el ámbito profesional a estar alertas de los cambios para ser “vigentes”, si se es ama de casa de hacer malabares a pesar del cansancio y el poco reconomiento que de le da a esa labor, como madres de ser vigilantes con los hijos para intentar darles herramientas para que su desarrollo sea balanceado ante el impacto de las redes sociales y la sociedad que hoy enfrentan, como hijas de estar atentas de los padres que se hacen mayores porque tocará entrar en etapa de cuidados y eso, suma a todo lo anterior, como parejas para no olvidar la importancia de valorar y darle su lugar a nuestros compañeros (si se tienen) que al final son nuestros “aliados de vida” en este caminar…Esa, Maestro, es la mirada de la mujer de hoy. Circunstancial y en constante movimiento.

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